viernes, noviembre 30, 2007

Cuentos de fin de año

Después de tanto tiempo sin dar señales de vida, y después de tantas cosas ocurridas, es difícil comenzar una recopilación de noticias y eventos que sea, a la vez completa, y que no los ponga a dormir de sólo ver su extensión (siempre estos benditos trade-offs que hacen la vida más difícil, pero que me darán de comer mientras me dedique a la logística y las operaciones). De todas maneras haremos el intento.

Mi rodilla, si bien va mejorando, no lo hace demasiado rápido, y ya comienza a romperme la paciencia. La operación que me hicieron, sin entrar en demasiado detalle, implicó meter un fierrito perpendicular al fémur justo arriba de la rodilla, de donde colgaron un pedazo de tendón que me sacaron del isquiotibial (la parte de atrás de la pierna), y que terminaron enganchando a la tibia (justo por debajo de la rodilla) con otro tornillo. Este tendón hace las veces de mi nuevo ligamento cruzado y, según dicen, debería hacer que mi rodilla sea tanto o más fuerte que antes. La recuperación ideal implica tres veces por semana de kinesiología durante seis meses, después de la cual debería poder hacer deporte sin ningún problema. Pero tres veces por semana terminó siendo demasiado para mis obligaciones estudio-laborales. Y así es como entramos en el siguiente tema de importancia: mi proyecto final.

Desde hace un par de meses que empecé a trabajar en el proyecto con el cual me graduaré del postgrado. Es en Fokker, una empresa que fabrica partes para aviones comerciales y de guerra. El proyecto se trata de diseñar un sistema de control para la producción y el manejo del stock de chapa de aluminio que usan. En definitiva, significa decirles cada cuánto y en qué cantidades tienen que comprar cada material para poder darle de comer a la máquina de producción que la utiliza. Todo esto, sin gastar dinero en exceso en inventarios, ni dejar de atender a los procesos que vienen después. Todo muy interesante, y no menos desafiante. El único bajón: la empresa queda a 100km de Eindhoven, lo que resulta en laaargas horas de viaje diarias. En tren, bici, y ferry, el proceso tarda aproximadamente 2 horas de puerta a puerta.

Habiendo previsto esa desagradable situación, hace unos meses comencé con el proceso para sacar el registro de conducir en Holanda. Porque resulta que, con las leyes vigentes, yo podía manejar en todo el mundo, menos en este pequeño país. Sacar el registro acá no es chiste. Hay que pasar dos exámenes (teórico y práctico), que la gente suele reprobar más de una vez, y gastar altas sumas de dinero en el proceso. El chiste es que el examen práctico hay que hacerlo en un auto con doble comando, y ahí nace la necesidad de contratar a un instructor que cuente con tan preciado bien. Por supuesto, las clases vienen en el paquete, y la verdad que no me vinieron mal. No para aprender a manejar, sino para aprender a hacer las cosas exactamente como el examinador espera que las hagas. Después de 10 clases, 2 exámenes y alrededor de 650€ más pobre (vale aclarar que el promedio general de lo que gasta la gente está alrededor de los 2000€), soy el feliz poseedor de una licencia de conducir holandesa.

Pero no es bueno que el hombre esté solo, y la licencia por sí misma no acorta los tiempos de viaje, así que para completar el combo me compré un auto: MI primer auto. Si uno lo mira de lejos (bien lejos) puede llegar a confundirlo con una Ferrari. Cuando uno se acerca un poquito más, la ilusión se cae y la realidad deja ver un Peugeot 205 viejito pero rendidor y, por supuesto, ROJO. Hasta ahora no me ha dado problemas de ningún tipo, y se banca el viaje como un señorito inglés (aunque, claro está, él es francés).

El invierno ya empezó, los días son cortos, húmedos y fríos. Pero me sirve de consuelo saber que en dos semanas estaré por las Pampas, disfrutando del buen clima, la familia y los amigos. El idilio dura poco, sólo 15 días, pero espero que me cargue las pilas para afrontar un nuevo año en estas latitudes.

lunes, octubre 01, 2007

De proyectos y niñitos

Negra noche. Son las 7 y 10 de la mañana y salgo en mi bicicleta rumbo a la estación de tren.

 

A las 7.32 salió el tren hacia el primer día en mi proyecto final. El destino: Fokker, una empresa de componentes aeronáuticos, con laburitos tales como hacerle la cola al caza norteamericano F16 y algunas placas del cuerpo del nuevo Airbus A380, entre otros. Dos horas de viaje más tarde, habiendo andado en bici, en tren, en bondi y en ferry, llegué a la empresa. Después de un largo día de entrar en ambiente, vino el largo viaje a casa, con las mismas etapas, pero en orden inverso. El proyecto es interesante, aunque todavía falta mucho, incluso para comprender en su totalidad los objetivos finales.

 

Negra noche. Son las 8 y media. Llego a mi casa.

 

Entre el cansancio y el agua, cortesía de la molesta lluvia que me acompañó desde la estación, recibí una noticia lindísima. Llegó Nicolás para hacerle compañía a Sebastián. Y la tía Mechas tiene un nuevo sobrinito a quien consentir. Felicitaciones a los felices papis, al flamante hermanito, los orgullosos abuelos y a la radiante tía.

miércoles, septiembre 26, 2007

Los Pumas y Marsella

El fin de semana pasado nos pegamos una escapada a Marsella. La excusa, el partido de los Pumas contra Namibia y pasajes baratos desde Eindhoven.

Acá van algunas de las fotos. Proximamente, como vengo prometiendo hace rato, fotos y noticias sobre la operación y rehabilitación de la rodilla. Con suerte, también noticias sobre el proyecto final que voy a empezar el lunes. Se me avecinan largas horas de viaje hasta la empresa.

miércoles, agosto 29, 2007

El mail perdido

Hacía mucho que no me comunicaba, y aunque lo hice hace unos días, parece que quedé atrapado en muchos filtros anti-spam. Para todos aquellos cuyo servidor de mail me censuró, aquí lo subo:


Estimadísimos:

Después de varios meses de silencio, vuelvo a la carga con un nuevo mail. El tema, siempre el mismo: aunque desaparecido por otras latitudes, sigo vivo.

Para quienes no han tenido más contacto con mi vida que a través de estos mails, les cuento que de la rodilla no había quedado nada. Dos operaciones después (meniscos en marzo y ligamentos cruzados hace 2 semanas), ya voy en camino a una recuperación completa. En unos meses volveré a estar a full nuevamente, y ahí veré si me tienta la ovalada de vuelta. Por lo pronto, mis objetivos son más modestos que saltar bien en el line o poder meter un buen tackle. Pasan por caminar sin ayuda lo más rápido posible. A partir de hoy, puedo caminar dentro de casa sin muletas, y uso una muleta sola cuando salgo a caminar, a modo de bastón.

El periodo de clases en la facultad va llegando a su fin. Sólo queda alrededor de un mes y medio, y tendría que empezar mi proyecto final en una empresa. Y digo tendría, porque aún no tengo idea de qué empresa será la que ponga el dinero necesario para disponer de mis servicios por 6 meses para que yo pueda resolverles (o al menos tratar de) algún quilombito logístico. Si bien estos proyectos pueden tomar las más diversas formas y colores, todo se reduce a encontrar formas de que en la empresa todo funcione más rápido, o más barato. Lograr las dos cosas juntas, es la panacea.

Pero ahora estoy de vacaciones, aprovechando a recuperar la rodilla mientras disfruto de los servicios de madre full-time. Y es que mamá se subió a un avión y se vino para acá para darme una mano con todo, desde llevarme de acá para allá, hasta cocinar y dejar la casa en condiciones. Alberto, mi compañero de casa, no podría estar más agradecido. Los fines de semana, cuando viene Mónica, recibo mimo doble.

Entre los diversos eventos que podría contar sobre estos meses, no podría dejar de mencionar el viaje que hice a USA. Fue en el marco de un proyecto grupal en el postgrado, en el que laburamos con gente de Stanford y de la Universidad de Hong Kong. Demás está decir que aprendí un montón, en esta oportunidad sobre la cadena de abastecimiento de la electrónica de consumo (celulares, iPods, boludeces varias para computadoras, etc…), pero la frutilla de la torta del proyecto fue haberme ligado un viaje de arriba a California. Al terminar las obligaciones, me junté con un par de amigotes, alquilamos un auto (que casi dejamos enterrado en los médanos) y dimos unas vueltas por allá, tirándonos a dormir en carpa en los parques nacionales. Incluso estuve haciendo trekking en Yosemite con mi rodilla al hombro.

Ya escribí demasiado. No quisiera ponerme muy pesado.

Espero que anden todos muy bien. Si pueden, escríbanse unas líneas para saber qué es de sus vidas.

Les mando un abrazo grande,
Javier.

viernes, agosto 10, 2007

El viaje por California

Cuando terminamos el proyecto en Stanford, se armaron varios grupos, con diferentes ideas sobre lo que querían ver de USA, y de la forma que querían hacerlo.

Yo me junté con Sewa y Giorgos, ruso y griego respectivamente. Después de despedir a la mayoría de la gente, que salía para Los Angeles (a 800 km hacia el sur) con planes demasiado ambiciosos para nosotros, y de desayunar sin apuro, enfilamos para el norte, hacia el valle de Napa. Es una zona de viñedos y bodegas, donde se filmó la película "Sideways". Después vino Yosemite, un parque nacional lindísimo. De allá, enfilamos para la costa, pasando por Grover Beach, Monterey, Santa Cruz, y nuevamente San Francisco. El mapa muestra el recorrido aproximado del viaje.

La primer noche la pasamos cerca de Napa, en un campamento en el medio de la zona de viñedos, previa pasada por Wallmart para hacernos de una carpa y de la visita obligada a una bodega (por supuesto, con cata incluída).



La siguiente mañana la usamos para pasear por el valle de Sonoma, la versión hippie de Napa, menos contagiada por la fiebre turística, y después de almorzar, nos fuimos para Yosemite. Llegamos ya a oscuras al hostel que habíamos reservado de antemano, por unas rutas de montaña serpenteantes. Esa fue nuestra base de operaciones por las siguientes 4 noches, desde donde teníamos que manejar casi una hora para llegar al centro del parque. La ruta entre el hostel y el parque es una gloria, por lo que no nos molestó en los más mínimo tener que hacer tantos kilómetros por día.

Y si la ruta es linda, el parque es increíble. Un viaje a California no está completo si no se lo visita por varios días. Aunque habíamos proyectado estar sólo tres días en Yosemite, cambiamos los planes y nos quedamos una noche más y fuimos a ver las Sequoias (árboles gigantes).




Y de Yosemite, salimos para la costa. El primer destino: Grover Beach, famoso por un parque de dunas de arena (algo así como la frontera de Pinamar pero grande en serio), en donde la gente se la pasa boludeando con sus 4X4 y cualquier tipo de vehículo todo terreno.

Escuchamos noticias de un camping sobre la playa. En la entrada, una guardaparques tuvo la genial idea de sugerirnos meternos a la playa con el auto (un Chrysler Sebring nuevito), y acampar allí con nuestra carpa.

"Hay mucha gente que lo hace, y en la parte de la arena mojada, no van a tener problemas", dijo.

Nos miramos entre los tres. Yo estaba al volante, y en un instante de descuido, me dejé convencer por los otros dos. Al principio, todo anduvo bien. Hicimos un par de kilómetros por la arena hasta llegar al "camping" que no era más que algunas casas rodantes, muy distantes entre sí. Con el viento, en la arena nuestra carpa hubiera durado sólo 2 minutos.

De repente, la arena dejó de ser tan firme y el auto se quedó. Hasta ese momento, como la playa estaba llena de 4X4s y cuatriciclos, no me había preocupado demasiado. El peor de los casos sería que nos tuvieran que remolcar hasta la salida. Una rápida mirada al auto disipó mi tranquilidad: no había lugar de donde enganchar una cuerda para remolcarnos.

Dos de las ventanillas eléctricas se atoraron. Parecía que la joda nos iba a salir algunos billetes de más.

Peleamos con la arena por un par de horas. Empujamos, cavamos. Nada. Nos rodearon las 4X4, a todos les divertía mucho la situación (3 idiotas con el auto enterrado, y el mar que se acercaba). Finalmente, logramos enganchar una cuerda al eje trasero del auto. Una camioneta nos tiró hacia atrás, hasta arena un poco más firme, y lo pude sacar.

De ahí, derechito al lavadero, para tratar de borrar toda huella de la aventura. Al día siguiente, volvimos a meternos en la arena, pero esta vez con cuatriciclos alquilados.

El resto del viaje transcurrió sin mayores sobresaltos, manejando hacia el norte por la ruta 1, bordeando la costa con una vista impagable de mar, bosques y acantilados.
Las ventanillas comenzaron a funcionar nuevamente y, al día de hoy, no hemos recibido noticias de la compañía de alquiler.

viernes, julio 27, 2007

Fotos de mi cumpleaños

Después de mucho tiempo, hago públicas algunas de las fotos de mi cumpleaños holandés, aquel que describiera hace varias entradas al blog. Lo cierto es que, entre que las recibí y las subí, pasó mucho tiempo.

La causa: la madre de muchas de las cosas que suceden en este espacio cibernético. La Fiaca. Y lo escribo en mayúscula, para brindarle el debido respeto. Por supuesto, también es la explicación para que no se haya terminado el relato de mi viaje a USA (la parte post-trabajo), y que no hubiera habido ninguna mención a mi tan esperada operación de la rodilla (que pasó favorablemente hace una semana, y ahora me tiene ocupado con mi recuperación y fisioterapia). Pero estos eventos deberían contar con una entrada propia, y eso intentaré.

Por si la señora Fiaca hace de las suyas, me disculpo de antemano.

Para refrescarse la memoria sobre tan importante celebración en el calendario holandés, pueden referirse a: http://javiergomes.blogspot.com/2007/05/celebraciones-pasadas.html Sino, pueden simplemente pegarle una miradita a las fotos e, idealmente, disfrutarlas.






miércoles, julio 11, 2007

Remedio anti-sudaca

Listo muchachos, no busquemos más. Tengo la solución a nuestros problemas. En realidad es bastante simple. La inspiración vino de la noticia de más abajo.

Imaginen una tapa así en La Nación. Ahora, reemplacen China por Argentina. Sólo queda poner una foto a elección. O varias.

Quien en este momento no esté esbozando una sonrisa, a la vez maquiavélica y soñadora, no es Argentino. O es peronista, y le corre un escalofrío por la espalda.

Ahora, la pregunta difícil es: ¿por cuál empezamos? ¿Se podrá hacer en masa?

China: ejecutaron a un ministro corrupto

Zheng Xiaoyu, de 62 años, había sido destituido hace dos años, después de ser condenado a muerte por haber cobrado ilegalmente unos 620.000 euros. Buscan enviar un " mensaje" a la clase dirigente.

martes, julio 10, 2007

El trico se va para arriba!

Felicitaciones al trico, que clasificó para la reubicación de primera!!!!


Desde holanda seguí el partido, con las posibilidades que me daba internet, que no son demasiadas. Tuve el resultado parcial del primer tiempo: 31 a 0 a favor nuestro. Las cosas pintaban bien.
Después, sin noticias hasta alrededor de una hora después de finalizado el partido. En el interin, me enteré que BA había ganado, cosa que nos obligaba a ganar.
Un rato más tarde, escuché por radio el resultado final. 81 a 17. San Martín había clasificado.

martes, julio 03, 2007

Kirchner, Miceli y los sospechosos de siempre

Cada vez que leo le diario me pongo más triste. Por todos lados, mediocridad y corrupción. Mires para donde mires.


Hace 35 años, estos muchachos querían cambiar las cosas. Se les fue el tiro por elevación.




Hoy manejan el poder, manteniendo los niveles de corrupción tan o más altos que aquellos que alguna vez quisieron combatir. Pobrecitos, entonces eran unos chicos. Ahora saben muy bien lo que hacen.


Y con semejantes niveles de corrupción, desigualdad y miseria, las condiciones están dadas para que revivan las ideas de un tiempo atrás. Pero el pueblo está sedado. Es desmemoriado, inocente, y no le importa demasiado que lo estafen. Menos que le mientan.


Tan inocente es, que cree que pegándole a una cacerola va a hacer que las cosas cambien. Los más inocentes incluso creen que muchas cosas realmente cambiaron desde entonces.

Y ellos se ríen. Disfrutan de su impunidad y su permanencia.


Nadie los va a sacar. El pueblo está dormido. Y todo aquel a quien se le pueda ocurrir levantar un palo en su contra, ya trabaja para ellos.

domingo, julio 01, 2007

Finally! - Mi viaje a USA

Nuevamente por tierras holandesas, me dispongo a contar algunas de las tantas cosas que pasaron en Estados Unidos. Y hace rato que volví, pero la fiaca ha sido siempre más. No importaba cuánto empujaran los relatos por salir, la pereza fue siempre más fuerte.
Y no es que no me hayan reclamado subir updates de mi vida a este sitio. Sin ir más lejos, en la entrada anterior me bombardearon con comentarios al respecto (ya tengo identificado/a al sospechoso/a).
El cierre del proyecto transcurrió sin sobresaltos, un par de toquecitos por acá, otros por allá, y la presentacíón estaba lista. Los clientes chochos, los profesores también.




El campus de Stanford es una ciudad en sí mismo, con varias cosas para ver. Por supuesto, dio para turistear un rato. Parece que la universidad fue fundada por un tal Stanford, que tenía más plata que los ladrones, y una quintita en donde hoy descansa el campus. Don Stanford tenía un hijo, que murió en un accidente. En su honor, levantó esta universidad y la bautizó con su nombre (el del hijo, claro está).


Años después, murió el padre. Su mujer, fiel a la tradición familiar, construyó en su honor la siguinte capillita:

Después de haber cumplido con las obligaciones laborales/estudiantiles (la verdad que ya ni sé cómo describir lo que hago), comenzaron las vacaciones propiamente dichas.

San Francisco fue de los primeros lugares que vivitamos, todavía entremezclado con el proyecto. También fue nuestro punto de entrada y salida de USA.

Hay muchas fotos de la ciudad, por lo que acá les dejo una selección de ellas. Algunas fueron tomadas por mí, pero la mayoría son obra de Giorgos y de Wei. Enjoy!

Empezamos con fiaca, y por supuesto, la voy a terminar de la misma manera. Voy a entregarme nuevamente a ella, y proseguiré mi relato cuando me deje libre. Espero que sea pronto, pero no lo suficiente para que se agobien de tanta foto y tanto cuento.

miércoles, mayo 23, 2007

This is your wakeup call

Son las 3:30 de la mañana. En un par de horas tengo que salir hacia la estación, para tomarme el tren al aeropuerto. A las 11.10 vuelo hacia USA. Se me ocurre que sería conveniente ponerme a armar la valija.

Brujas

El fin de semana pasado fue largo.

En vista a mi prolongada estadía en la USA, con Mónica decidimos hacer un poco de miniturismo previo. Esta vez le tocó el turno a Brujas. Ya vendrán más.

Poder subirse al auto y terminar en un montón de lados increíbles, no tiene precio (para todo lo demás existe Mastercard... diría el anuncio).

Pero basta de pavadas. Más allá de describir el viaje, les dejo algunas de las fotos que sacamos que, junto con los epígrafes, explican bastante (veremos cómo funciona el slideshow, es la primera vez que lo uso...).

Una de las tantas experiencias es digna de contar. El sábado, ya cerca de las 9 de la noche, seguíamos paseando por el centro de la ciudad, tratando de decidirnos sobre dónde cenar. En una de las esquinas vimos que en la calle paralela a la que veníamos había una iglesia muy bonita, y hacia allá enfilamos.

En la puerta, vimos desde lejos un cartel. "Deben estar en misa, no vamos a poder entrar", pensamos. Pero igual nos acercamos. El cartel decía todo lo contrario. En vez de bloquearnos la entrada, invitaba a pasar a escuchar música.
Entramos y nos sentamos. Dentro de la iglesia (de las más lindas que he visto), no había más de 4 personas.

Pasaban música sacra. Era una grabación, pero la acústica del lugar era muy buena. Cuando terminó el tema, un viejito sentado a un costado del altar cambió el CD.

"Ahora ponen el Ave María y me vuelvo loco...", le dije a Mónica. No es que yo sea un tipo religioso, ni mucho menos. Pero hay pocas cosas que me ponen los pelos de punta como el Ave María (que además había estado tarareando un rato antes, ya que Brujas está llena de estatuas de la virgen con esa inscripción debajo).

Empezó a sonar, justamente, el Ave María.

En eso se nos acercó el viejito. Sin que hayamos dicho nada, más que la frase de más arriba, nos entró a hablar en español. Cuando le dije que era de Argentina, nos dijo que tenía algo especial para nosotros, que nos quedáramos un rato.

Dicho y hecho, un rato más tarde, empezó a sonar "Yo soy María", de la operita de Piazzolla. La voz sonó muy conocida, y estuvimos algunos segundos hasta que decidimos que no era María Volonté quién la cantaba.

Un rato más tarde, nos levantamos. En la puerta, el viejito saludaba, lleno de satisfacción, a quienes habían estado, al menos un rato, en su show.

Nos preguntó los nombres. "Así que se llama Javier? Esta es la primera iglesia del mundo dedicada a San Francisco Javier...". Y se me vino a la cabeza la innumerable cantidad de veces que mi abuela Gré, dando las gracias antes de comer, lo había mencionado.

Casualidad?

Celebraciones pasadas

Pasó el cumple, del que no tengo todavía las fotos. Hubo diversas cámaras documentando el evento, ninguna de las cuales fue la mía. Por lo tanto, no me queda más que esperar a la buena voluntad de los asistentes. Supongo que cuando papá y Lili vuelvan a Buenos Aires, podré nutrirme de sus fotos, y así compartirlas con todos.

Lo que sí quedaron fueron muchos lindos recuerdos, más conocimientos de holandés y unas cuantas cervezas. De esto último, nos ocuparemos con Alberto.

Después de una tentativa del tiempo de cancelar el evento, logramos con Ben, uno de mis tantos tíos presentes, sacar algo bueno de la parrilla. Vuelvo a insistir, nuevamente, que los parámetros utilizados para dar ese veredicto son los holandeses, ya que el manjar estuvo compuesto por salchichas turcas (símil chorizos) y unas alitas de pollo marinadas.

Ya hacia el final de la fiesta, cuando todos teníamos la panza relativamente llena, a alguien se le ocurrió que tenía que dar un discurso. La idea creció rápidamente, y yo no tuve más remedio que acceder.

Infructuosos fueron mis intentos de decir algo en inglés. Eran demasiados los Gomes de este lado del Atlántico. Además, estuvo presente Toos, mi tía abuela, quien sólo habla holandés. Así que me mandé nomás, y el resultado fue más que respetable. Puede que la rigurosa documentación del evento de Lili me pruebe equivocado, y eso lo podrán decir los abuelos cuando vean el video en Buenos Aires. Por lo pronto, prefiero recordarlo así, como un importante hito en la vida: Mi primer discurso en holandés, ante gran cantidad de la familia Neerlandesa.

miércoles, mayo 09, 2007

Y siguen las visitas

Esta vez le tocó a Lili y a papá estar dando vueltas por estos lados. Tuvimos el obligado tour por Eindhoven, incluyendo casa, facultad y los demás lugares que hoy forman parte de mi día a día.
Paseamos por Rotterdam, fuimos a visitar a los parientes del Norte, e hicimos un paseíto por Alemania, con una parada estratégica en Maastricht.

Durante la semana, mientras yo cumplía con mis obligaciones, ellos hicieron más turismo. Utrecht, Amsterdam, La Haya... ya no les queda un rinconcito de Holanda por ver.

El viernes vuelven para acá, a festejar mi cumple el sábado, y después parten para España, a pasear y a cumplir con más visitas familiares. Hasta el momento hubo muchas fotos, de las que encontrarán una selección en el álbum de más abajo...

El festejo de mi cumple será a lo grande, con un "pseudo" asado para todos los Gomes de Holanda, al cual ya han confirmado alrededor de 20 personas. Supongo que ahora se comprenderá mejor lo de pseudo, ya que en vez de carne, tiraré a la parrilla unas salchichas y unas alitas de pollo, así sale todo fácil, rápido, y accesible al bolsillo de cualquier estudiante-ñoqui del estado holandés.

Como es de esperar, vendrán más fotos, que subiré al mismo álbum oportunamente.

Visita de Papá y Lili

jueves, abril 12, 2007

La vuelta de Edimburgo

Vuelto hace unos días de la gira, y casi recuperado del todo de la paliza que me pegó la cerveza, retomé la rutina.

La nueva casa (que cada vez es menos novedad) me sigue teniendo contento. Recién subí al album de Google (el del comentario de abajo) las fotos más recientes que tomó mamá antes de irse. Se puede ver el jardín un poco mejor, y la casa más limpia. La verdad que mamá nos sacó de la rutina con toda su limpieza, pero con Alberto ya estamos trabajando duro para volverla a su estado original. Y es que ponerse las pilas para limpiar cuesta taaanto...

La facultad, a mil con el nuevo proyecto que estamos haciendo con la Universidad de Stanford.
Holandés, con la profesora que me persigue para que haga la tarea, y de vez en cuando logra convencerme.

El viaje a Escocia transcurrió sin contratiempos, al menos ninguno fuera de los esperables. Nos fuimos en micro, cruzando en ferry desde Amsterdam a Newcastle. Un ferry que, más que ferry, era un crucero de 12 pisos, con camarotes, restaurants, bares, un casino... Fueron 16 horas más que interesantes, tanto de ida como de vuelta.


Jugamos un partido. Salimos a la noche. Y el hostel en el que paramos sigue en pie.


El punto más bajo fue en el viaje de vuelta, en el barco. Ya era tarde y el bar estaba por cerrar, cuando me encontré con un inglés, marica y borrachín. No es que tenga problemas con ninguna de sus tres características, cuando se presentan por separado. Incluso dos de ellas juntas pueden ser tolerables. Pero cuando se juntan las tres, son un cóctel explosivo.
Yo pasaba caminando con la camiseta de Los Pumas, cuando siento que me dicen algo. No lo entendí. Paré y me le acerqué. Aunque no recuerdo las palabras exactas, me dijo algo como: "Argentino de mierda, cómo se les ocurre que ustedes tienen derecho sobre las Malvinas (usando su pseudónimo, por supuesto), cuando saben que son nuestras, el país más poderoso del mundo. Y cómo se les va a haber ocurrido atacarnos, yo tenía amigos que murieron en la guerra, ustedes, que no son nada, contra nosotros..."
Que la guerra ha sido una locura, no hay duda. Que contra Inglaterra nunca tuvimos con qué, tampoco. No le pude hacer entender que ni él ni yo teníamos que ver con el tema, y que no se lo tomara personal. No hubo caso. No paró con las agresiones, y eso que el novio lo trataba de frenar.
No quedó otra que darse vuelta, seguir con la cerveza, y dejar al marica pataleando y lloriqueando con su novio.

domingo, abril 01, 2007

Nuevas adiciones fotográficas...

La casa fue cambiando, en gran medida por las acciones de mamá, que no puede con su genio, y mientras estoy en la facu, se la pasa limpiando, organizando y decorando la casa.
Así que hubo nuevas adiciones a las fotos de más abajo. La más notable, una trilogía de fotos del jardín, en un antes, durante y después de algunas sesiones de jardinería. Todavía le quedan dos días completos a mamá en Eindhoven, así que es muy probable que todavía avance más con el jardín. De ser así, la trilogía se convertirá en una serie de 4 o de 5 fotos.

Por lo pronto, subí todas las fotos al siguiente álbum de Google (al que pueden entrar clickeando sobre la foto, o también con el link de la derecha "Más Fotos, Albumes de Google")

También hay otro nuevo álbum. Mónica, mamá, restaurants franceses y maquetas en miniatura. Se entra de la misma forma.

Enjoy!

jueves, marzo 22, 2007

Sucesos Argentinos (que suceden en Holanda)

Finalmente llegó el momento de escribir algo con sentido, o al menos con un poquito. Varias cosas han sucedido en estos tiempos, pero son dos las que realmente merecen un comentario. También hay una gran diferencia entre las dos, en términos de su importancia, pero las voy a comentar por orden alfabético (como en las películas, para no tener problemas de cartel).

Suceso 1: Me mudé.
Después de un año cautivo de un contrato de alquiler, pude migrar hacia nuevos y mejores horizontes. Me mudé de una cajita de zapatos a una casa con todas las letras. A continuación, las tan esperadas fotos:

La entrada de la casa:



La cocina de bacán, con heladera con freezer, microondas, horno...

y una vista linda cuando se lava los platos...


El living, con el que suscribe boludeando con la compu.




El cuarto, con la cama inflable para invitados (así que ya saben...)


La vista del cuarto, con la torre de la iglesia que muestra la hora.



Eso sí, el jardín necesita algo de trabajo...



Alberto, también vino con la casa...

Suceso 2: Me operé.

Después de 2 meses de haberme hecho mierda la rodilla, pasé por el cuchillo. Me operaron los meniscos. La operación fue con artroscopía, y duró como 20 minutos. En total, desde que entré al hospital y me fui, pasaron 3 horas y media.

Las fotos, del antes y después.





Mis agradecimientos a mamá: fotógrafa, chofer, cocinera y enfermera. ¿Qué haríamos sin La Mamma?

miércoles, marzo 14, 2007

Conversaciones Notables (o Just buying some time)

Visto y considerando que mi público de reclama y, aunque teniendo muchas cosas para contar, no he encontrado el tiempo para hacerlo como corresponde, he decidido subir al espacio alguna que otra pavada para apaciguar a las fieras.

No por esto quisiera dar a entender que el resto de las cosas que escribo por estos lados no sean pavadas, sino que simplemente tienen una más clara razón de ser.

Hoy quisiera iniciar una nueva sección, que podríamos titular "Conversaciones Notables" (y eso es lo que haremos). Lo que voy a subir serán cosas que vayan apareciendo, o que alguna vez hayan aparecido, en los mails que vayan y vengan.

Hace ya un tiempo que me da cierta tristeza la velocidad con que los mails caen en el olvido, tan rápidamente como desaparecen de la bandeja de entrada. Sí sí.... yo también armo carpetas con mails viejos, pero una vez que caen allí (salvo que sean mails de trabajo, que resultan ser esenciales para cubrirse el culo en frecuentes ocasiones) no vuelven a ver la luz del día. Es verdad que la mayoría de los mails no merecen más que la práctica común, pero de vez en cuando aparece una joyita que debe ser tratada de otra forma. "Conversaciones Notables" pretende brindar esa oportunidad, registrando y compartiendo aquellas frases que no merecen ser mandadas a las carpetas del olvido.

Si alguien tiene alguna sugerencia o comentario sobre el contenido, serán bienvenidos. Se aceptan también postulaciones de frases.

Para empezar, estos consejos para jóvenes señoritas:

"No no... ahí es donde las mujeres sistemáticamente se equivocan, y terminan diciendo cosas como: "Qué divino! me invitó a su yate..." o "No seas mal pensado, si sólo quiere ser mi amigo..." y demás tonterías por el estilo...

Partiendo desde la base que los hombres somos muy simples, cualquier tipo que se acerca, sin conocerte y rápidamente se vende como tu nuevo amigo... lo que como mínimo hay que hacer es sospechar... Sobre todo si son maduros y acaudalados, queriendo hacer amistad con una joven y bonita señorita.


La clave ahí (viendo la situación desde la perspectiva del viejo lobo de mar que se acerca a una indefensa criatura), es venderle genuino interés: "Así que te gusta el bricollage... pero qué interesante! Por qué no me contás más acerca de cómo se sintió tu amiga cuando charló con el psicólogo sobre lo mal que la trata el novio..."

Ojo, no descarto que en la boleada caiga algún bienintencionado y bonachón señor, con alma de tío. Pero esos sólo son las excepciones que confirman toda regla."

sábado, febrero 17, 2007

Viejos Recuerdos

Hace unos días Euge me reenvió un mail que yo le había mandado hace un tiempo, mucho tiempo. Fue en noviembre del 2005. Esa época en la que todavía sabíamos muy poco sobre dónde nos estábamos metiendo, y nos ganaba la ansiedad.

Yo estaba trabajando en Tenaris, en Campana. El largo viaje diario en el charter (Campana queda en el kilómetro 80) daba lugar a profundas siestas, pre y post trabajo, generalmente musicalizadas con algo de blues, anque alguna ocasional bossa nova, sonando en el iPod.

Juan Martín terminó este postgrado a mediados del 2005, y de casualidad terminó trabajando en el mismo lugar que yo. Cuando nos conocimos, todavía no estaba en mis planes irme a estudiar afuera. Tampoco había escuchado hablar del postgrado que estoy haciendo. Nos presentó alguno de los jefes (ahora no recuerdo quién), en las estiladas rondas de presentación de los nuevos empleados. Como habíamos ido a la misma universidad, nos quedamos charlando más de los 5 segundos usuales. Quizá hasta llegamos a los 30. Y durante ese breve tiempo, una de las cosas que contó, fue que acababa de volver de un postgrado de logística en Holanda.

"Qué bueno che! Bueno... suerte." Y así Juan siguió con su ronda de presentaciones, y yo volví a zambullirme en el maravilloso mundo del TEN, el sistema comercial de Tenaris que, aún hoy, continúa generándole dolores de cabeza a innumerables jóvenes ingenieros.

Unos meses más tarde, el famoso mail de Euge disparó una serie de apresurados eventos, que terminaron con un vuelo a Europa (y el nacimiento de este medio de comunicación).

En el interin me enteré que el postgrado que había hecho Juan era el mismo que pensaba hacer yo. Una vuelta del laburo que hicimos juntos, me dio la oportunidad de sacarme muchas de las dudas que me daban vueltas en la cabeza.

Al otro día, apenas me senté en mi escritorio, escribí el siguiente mail:

Euge:

Ayer me quedé hasta las 8 de la noche en Campana, y me tomé el último charter (A.K.A. Vascotour).Viajé con Juan Vannicola, y me contó un montón de cosas sobre Eindhoven, que no hacen más que aumentar mis ganas de ir y bajar mi nivel de incertidumbre y miedo.
  • Te dan seguro médico
  • No hay que hacer ninguna actividad al estilo "equipo colegios" ni secretaría académica
  • La Laptop, no es totalmente imprescindible. Cree que el programa de comprarlas baratas puede que no funcione más.
  • Vivió el primer tiempo en los deptos que maneja Vestide (eso es donde se comparte el baño o la cocina, y creo que se puede elegir). Los student houses son más baratos, y eso es donde está todo el quilombo y la mugre.
  • Me dijo que no nos preocupáramos por la guita. Dijo que le cubrieron todo el pasaje y que los gastos de refurnishing son para cuando te tenés que mudar de un depto a otro o algo así, pero que te los pueden dar antes y en efectivo.
  • Cuando llegó, le dieron como 600 euros de adelanto de sueldo.
  • Los directores son macanudos. Twan es un pancho, que se hace el malo pero en el fondo es un bonachón. Da una clase que se aprende de memoria. Nico (algo) es el capo en serio, y me dijo que es muy buen tipo, que sabe una bocha. Stance (o algo así) es la secretaria que se ocupa de todo. Muchos de los pibes la adoraban
  • No tuvo necesidad de aprender holandés en todo el curso. Empezó durante los últimos seis meses, cuando tuvo que trabajar con un grupo de todos holandeses.
  • Acá en Techint, entró ya como profesional joven (categoría superior a Joven Profesional, o GT, como lo llaman ahora, y a la que yo pertenezco.
  • Los pibes que salían de ahí, todos tenían laburo prácticamente asegurado con sueldos de alrededor de 35000 Euros anuales
  • Me dijo que la carta que tenemos es prácticamente un contrato, y que él no fue con nada más que eso, y cayó un par de días antes de empezar el programa.
  • He stressed the importance of punctuality in every activity in Eindhoven.
  • Me confirmó que es una de las primeras universidades de Europa, al menos en cuanto a investigación.
  • Todo lo que me dijo fue positivo. Me instó a no perder la oportunidad.
  • No hablamos de minas. Se ve que el viaje a casa fue demasiado corto y no pudimos hablar de lo realmente importante. Lástima que perdí el tiempo en las demás pavadas.

Bueno, espero haber aplacado algo de ansiedad por vuestra parte. La pongo en copia a mamá que seguramente está tan nerviosa como nosotros.

Beso,

J

Javier Gomes
SAM DICN - Tenaris
+54 (3489) 433100 Ext. 33072
jmgomes@tenaris.com

viernes, febrero 09, 2007

Epístolas

Estimadísimos:

Ya hace un mes que estoy nuevamente dando vueltas por Holanda. En un mes más, ya va a hacer un año desde que me subí por primera vez al avión, de proa a la aventura. Y la aventura se convirtió en mi casa.

El postgrado se va poniendo cada vez más demandante. Nada es demasiado complicado, pero termina siendo un bombardeo, con todas las materias pidiendo reportes, proyectos grupales y alguno que otro examen. Ahora estamos empezando simultáneamente un proyecto de análisis en un hospital, la misma idea de lo de P&G, pero para un nuevo cliente. Es interesante ver cómo se organizan y programan el uso de sus salas de operaciones, enfermeras y demás recursos, sobre todo teniendo en cuenta que en un par de semanas voy e entrar en el circuito, pero ahora como paciente.

La rodilla finalmente se plantó. Por los prematuros diagnósticos del doctor de familia y del kinesiólogo, adentro no quedó nada sano. La confirmación final la tendré cuando pase a visitar al traumatólogo. Ahí veré si tengo o no tengo que pasar por el cuchillo. Lo bueno es que el hospital que vamos a analizar en el proyecto es otro al que voy a ir yo como paciente, así que no voy a estar enterado de los quilombitos que existan puertas adentro.

Obviamente el rugby ha quedado en veremos, pero seguimos adelante organizando la gira para semana santa. El destino: Edimburgo. Quizá pueda convencer a los chicos de las bondades del whisky, pero veo difícil que se alejen de la cerveza, que después de todo, es la verdadera razón tras cualquier actividad en la que se meten.

Pronto me voy a mudar, finalmente dejo mi pequeña caja de zapatos. Ya firmé contrato para principios de marzo. Es un cuarto en una casa con living, jardín y demás comodidades, a compartir (la casa, no el cuarto obviamente) con un flaco español muy macanudo.

Bueno, nada más por ahora.
Les mando un abrazo,
Javier.

Ah, estoy pensando en meterme en política cuando vuelva para allá. Sé que falta mucho, pero ya quisiera empezar con la campaña, así que les mando una foto mía con la mejor cara de político K que me salió. A ver qué les parece… me votan?

lunes, enero 29, 2007

Diagnóstico

Y fui al dotor nomás.

 

-Sí pibe, la tenés hecha mierda. La tenés toda hinchada. Hagamos una cosa, venite la semana que viene, vemos cómo anda, y si es necesario, te derivo al traumatólogo. Mientras tanto, tomate estos antiinflamatorios y ponete una rodillera.

 

Porque acá en Holanda, salvo que uno esté en franca emergencia, se pasa primero por el Huisart (o médico de familia), y es él quien tiene que mandarte al especialista. Entrar caminando a un hospital y ser atendido (o al menos conseguir un turno) por más obra social que uno tenga, es cosa de ciencia ficción.

 

No demasiado satisfecho, pero sabiendo que no podía hacer otra cosa, me subí a la bici y volví a la universidad. Volví a la semana.

 

-Sí pibe, la seguís teniendo hecha mierda… - y continuó con sus hallazgos acerca de mi rodilla. Parece que los ligamentos cruzados están bien. El resto, un gran signo de interrogación. Por lo pronto, los ligamentos rectos (que pasan por afuera de la rodilla y previenen que se vaya para los costados) pintan jodidos. Los meniscos también.

 

Lo bueno es que finalmente recibí la orden para la consulta con el traumatólogo. El lugar adonde te deriva se elige con el doctor, que abre una ventana de Internet donde están todos los tiempos de espera de los hospitales de Holanda. Elegí uno con especialización en deportes, más o menos cerca de casa. La lista de espera, 4 semanas. Finalmente conseguí una cita antes, y el 15 de febrero estaré mostrándole la rodilla a un tipo que sepa (al menos es lo que espero profundamente). Y hasta entonces, comenzaré a visitar al kinesiólogo, para que me ayude a fortalecer los músculos de la gamba.

martes, enero 16, 2007

Dat is het, mijn vrienden

Mi historia rugbística va de mal en peor.

 

El domingo pasado me levanté muy contento. Desayuné algo, miré un rato de tele, me cociné unos fideos y me fui para la cancha. Nos juntábamos a la 1.30. El día estaba impecable, sin una nube. La temperatura no bajaba de los 10 grados. Definitivamente, un día perfecto para jugar al rugby.

 

Pedaleando, ya casi llegando, y viendo que la única concurrencia al complejo deportivo eran un par de fardos que pasaban rodando al inconfundible estilo de las películas del Wild West, entré a sospechar. Durante la semana había caído bastante lluvia, y con la fama que tienen los organizadores, no sería raro que hubieran suspendido el partido. Y no fue de ninguna otra manera: estábamos solos. Mi bolso, mi bici y yo. A lo lejos divisé una figura. Venía caminando despacito, cruzando las canchas de fútbol. Por un rato traté de atribuírsela a alguno de los vagos del club, pero no hubo suerte, ninguna matcheaba. Cuando se dignó a llegar (para este entonces yo ya había descartado a toda la gente que conozco, acá, en Buenos Aires y en la China), me enteré que era del equipo de fútbol, y que estaba más perdido que yo.

 

Ahí agarré el celular.

- Y sí, estaba dormido….      UY!  NOOO! Sí, se suspendió. No me digas que no te avisaron… pero esto no puede ser….  Blah blah blah…

 

Sorprendentemente calmo (y atribuyo esto a que no me habían hecho madrugar), enfilé nuevamente pa’ las casas. Todos los domingos, en una placita detrás de mi edificio, se junta una banda de extranjeros a jugar un fulbito. Y hacia allá enfilé, contento de que mi día de deporte no iba a quedar en nada. Quizá más sorprendente que la calma imperante, fue que logré terminar el partido sin lastimar ni hacer enojar a nadie, sin contar alguna que otra planchita sin intención que no fue demasiado objetada (los que me conocen en las canchas, saben de lo que hablo). Y así terminó todo, sin pena ni gloria.

 

Quizá muchos estén al tanto de mi poco balanceada carga de laburo. Hay algunas semanas de relax con un par de clases a las que hay que ir y algún que otro trabajito que entregar. Pero también están las otras, esas terribles que uno ruega que terminen. Y la que acaba de empezar entra en la segunda categoría, junto con varias que la seguirán. Dos grandes cosas atentan contra mi entera disposición al postgrado: rugby y los cursos de holandés. Para tener más tiempo, y no morir en el intento durante las semanas del demonio, había que hacer algo al respecto.

 

Así que elucubré un plan macabro, que no tardé en implementar. Era martes a la noche. El entrenamiento transcurría tranquilo. Como siempre, éramos pocos. El ejercicio era simple. Tackle, ruck, los compañeros pasan y limpian la pelota. En fin, parte del ABC.

 

De golpe todo se interrumpió. Se escuchó un ruido seco, nada agradable, pero no poco conocido. Crack! Pero esta vez no fue un crack tímido, como aquel allá lejos y hace tiempo, que mi rodilla aún recuerda. Esta vez fue un CRAAAAACK con todas las letras (y quizá me quedé corto con las AAAs). Y la rodilla dijo basta, se salió de lugar y me tiró al piso. Pero fue y volvió. De la cancha me fui caminando, y a casa llegué en la bici. Eso sí, bien despacito, porque “Piano piano, si va lontano”. Por como viene la cosa, voy a estar en el freezer por un tiempito. Ya tendré más información al respecto.

 

Qué grande este pibe! Todo lo que se propone lo logra, y con tan poca preparación…. Ahora sí que le voy a poder más dedicar tiempo al nuevo proyecto que, irónicamente, es en un hospital. Mañana pediré los turnos necesarios y probaré cómo funciona la logística de los hospitales. Esta vez, de ambos lados del mostrador.

 

 

 

PS. Traducción del título: Eso es todo, mis amigos.

domingo, enero 07, 2007

Para el Chiqui

En la entrada anterior aparecen fotos de todos. Bueno, casi. Porque el pobrecito del Chiqui (o Juan, su muy utilizado alias) se había quedado fuera de tan selecto grupo.
Y es que debido a sus arduas obligaciones de piletero, no tuvo tiempo para banalidades tales como ser retratado. No me quedó otra que furtivamente capturar este momento de intensa concentración, sin interrumpirlo durante la realización de sus tareas.


Estando de vacaciones, alejado de su sacahojas y su barrefondo, de vez en cuando es posible lograr una buena toma. La de más abajo data de hace varios meses (durante su visita a Europa el mayo pasado), y es el último documento pictórico del que se tiene registro, en el que aparece posando para la cámara.
Bueno... alguna excusa había que tener, no?

viernes, enero 05, 2007

Terminó el Idilio

Los días en Buenos Aires pasaron rapidísimo, casi sin darme cuenta.

Le tenía mucho miedo al golpe que podía significar volver a Holanda. Alejarme nuevamente de todo, pero esta vez con menos olor a aventura, porque acá ya nada es nuevo. Pensé que me iba a ser muy difícil empezar de nuevo y sin embargo, aunque las primeras horas del desembarco en estos pagos fueron duras, enseguida me recuperé.

Fue más rara la sensación cuando llegué a Buenos Aires, como si nunca me hubiera ido de ahí. Todo estaba en su lugar, y si bien todo había cambiado un poco, nada lo hizo lo suficiente como para serme ajeno. Es verdad que no pasó tanto tiempo y quizá los cambios, más que en Buenos Aires se hayan producido en mí.

Pero cambios o no, Buenos Aires se me brindó completa. No se resistió a que le sacara lo que quise, salvo por las horas que me mantuvo cautivo en un bar, esperando que bajara la inundación y que los autos dejaran de flotar (me acuerdo, me agarra la nostalgia tercermundista, y se me cae un lagrimón...).

Hubo de todo:

Mucha familia...




Juntadas con amigotes...


Nuevas amistades...

Baldosas gastadas...


Más familia, y por supuesto, mucho brindis....