domingo, agosto 20, 2006

Filling the gaps - Italia a vuelo de pájaro

Sí, sí. Ya sé. Hace mil que no escribo nada...

Los tan prometido relatos de las vacaciones nunca vinieron. Pero al menos están las fotos, que junto con sus leyendas, dan una buena idea general de lo que fue mi vuelta al perro por Italia. Sigo sin demasiadas pilas para escribir, pero voy a tratar de dar un breve pantallazo (que seguramente se haga más largo de lo que quisiera).

Todo empezó por Roma. Volamos en Ryanair, desde Eindhoven mismo, por un precio irrisorio. Recorrimos mucho (pero lejos de todo). La mayoría a pata y subte, desde tempranito y hasta tarde. Conseguimos un hotel en las afueras, con charter tarola hasta el centro de la ciudad (un 4 estrellas con desayuno incluído, por el precio de dos camas en un hostel). Highlights: museo del Vaticano, San Pedro, el foro romano.

En Roma alquilamos un auto, y enfilamos para el norte. Recorrimos muchas ciudades y pueblitos. Sin repetir y sin soplar, y en orden de aparición, paso a nombrarlos: Siena, Vinci, Empoli, Florencia, Pisa, Lucca, San Giminiano, Tirrenia, Parma, Milano, Verona, Padua y Venecia. Y finalmente se adjuntó Bruselas, debido a nuestra genialidad organizativa, que nos
obligó a hacer noche ahí, esperando el primer tren a Holanda.

Gracias a los caritativos Julián y Celine, que además nos fueron a buscar al aeropuerto que queda lejísimo, la estadía fue un placer.

El viaje fue, además de divertido, muy instructivo. Y una de las tantas cosas que aprendí, fue que existe un color que se llama "Tierra de Siena", que además viene en dos variedades: natural y tostado. Ah, y también aprendí algo de historia.

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