lunes, octubre 01, 2007

De proyectos y niñitos

Negra noche. Son las 7 y 10 de la mañana y salgo en mi bicicleta rumbo a la estación de tren.

 

A las 7.32 salió el tren hacia el primer día en mi proyecto final. El destino: Fokker, una empresa de componentes aeronáuticos, con laburitos tales como hacerle la cola al caza norteamericano F16 y algunas placas del cuerpo del nuevo Airbus A380, entre otros. Dos horas de viaje más tarde, habiendo andado en bici, en tren, en bondi y en ferry, llegué a la empresa. Después de un largo día de entrar en ambiente, vino el largo viaje a casa, con las mismas etapas, pero en orden inverso. El proyecto es interesante, aunque todavía falta mucho, incluso para comprender en su totalidad los objetivos finales.

 

Negra noche. Son las 8 y media. Llego a mi casa.

 

Entre el cansancio y el agua, cortesía de la molesta lluvia que me acompañó desde la estación, recibí una noticia lindísima. Llegó Nicolás para hacerle compañía a Sebastián. Y la tía Mechas tiene un nuevo sobrinito a quien consentir. Felicitaciones a los felices papis, al flamante hermanito, los orgullosos abuelos y a la radiante tía.