miércoles, agosto 29, 2007

El mail perdido

Hacía mucho que no me comunicaba, y aunque lo hice hace unos días, parece que quedé atrapado en muchos filtros anti-spam. Para todos aquellos cuyo servidor de mail me censuró, aquí lo subo:


Estimadísimos:

Después de varios meses de silencio, vuelvo a la carga con un nuevo mail. El tema, siempre el mismo: aunque desaparecido por otras latitudes, sigo vivo.

Para quienes no han tenido más contacto con mi vida que a través de estos mails, les cuento que de la rodilla no había quedado nada. Dos operaciones después (meniscos en marzo y ligamentos cruzados hace 2 semanas), ya voy en camino a una recuperación completa. En unos meses volveré a estar a full nuevamente, y ahí veré si me tienta la ovalada de vuelta. Por lo pronto, mis objetivos son más modestos que saltar bien en el line o poder meter un buen tackle. Pasan por caminar sin ayuda lo más rápido posible. A partir de hoy, puedo caminar dentro de casa sin muletas, y uso una muleta sola cuando salgo a caminar, a modo de bastón.

El periodo de clases en la facultad va llegando a su fin. Sólo queda alrededor de un mes y medio, y tendría que empezar mi proyecto final en una empresa. Y digo tendría, porque aún no tengo idea de qué empresa será la que ponga el dinero necesario para disponer de mis servicios por 6 meses para que yo pueda resolverles (o al menos tratar de) algún quilombito logístico. Si bien estos proyectos pueden tomar las más diversas formas y colores, todo se reduce a encontrar formas de que en la empresa todo funcione más rápido, o más barato. Lograr las dos cosas juntas, es la panacea.

Pero ahora estoy de vacaciones, aprovechando a recuperar la rodilla mientras disfruto de los servicios de madre full-time. Y es que mamá se subió a un avión y se vino para acá para darme una mano con todo, desde llevarme de acá para allá, hasta cocinar y dejar la casa en condiciones. Alberto, mi compañero de casa, no podría estar más agradecido. Los fines de semana, cuando viene Mónica, recibo mimo doble.

Entre los diversos eventos que podría contar sobre estos meses, no podría dejar de mencionar el viaje que hice a USA. Fue en el marco de un proyecto grupal en el postgrado, en el que laburamos con gente de Stanford y de la Universidad de Hong Kong. Demás está decir que aprendí un montón, en esta oportunidad sobre la cadena de abastecimiento de la electrónica de consumo (celulares, iPods, boludeces varias para computadoras, etc…), pero la frutilla de la torta del proyecto fue haberme ligado un viaje de arriba a California. Al terminar las obligaciones, me junté con un par de amigotes, alquilamos un auto (que casi dejamos enterrado en los médanos) y dimos unas vueltas por allá, tirándonos a dormir en carpa en los parques nacionales. Incluso estuve haciendo trekking en Yosemite con mi rodilla al hombro.

Ya escribí demasiado. No quisiera ponerme muy pesado.

Espero que anden todos muy bien. Si pueden, escríbanse unas líneas para saber qué es de sus vidas.

Les mando un abrazo grande,
Javier.

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