Hace 35 años, estos muchachos querían cambiar las cosas. Se les fue el tiro por elevación.

Hoy manejan el poder, manteniendo los niveles de corrupción tan o más altos que aquellos que alguna vez quisieron combatir. Pobrecitos, entonces eran unos chicos. Ahora saben muy bien lo que hacen.
Y con semejantes niveles de corrupción, desigualdad y miseria, las condiciones están dadas para que revivan las ideas de un tiempo atrás. Pero el pueblo está sedado. Es desmemoriado, inocente, y no le importa demasiado que lo estafen. Menos que le mientan.
Tan inocente es, que cree que pegándole a una cacerola va a hacer que las cosas cambien. Los más inocentes incluso creen que muchas cosas realmente cambiaron desde entonces.
Y ellos se ríen. Disfrutan de su impunidad y su permanencia.
Nadie los va a sacar. El pueblo está dormido. Y todo aquel a quien se le pueda ocurrir levantar un palo en su contra, ya trabaja para ellos.
1 comentario:
Ni más ni menos ...
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